17.2.13

Los laberintos en La Mansión de los Gatos

Últimamente tengo la sensación de estar pasando un examen. No las pruebas a las que nos sometieron en nuestra época de estudiantes, donde solo tenías que memorizar y conectar los conceptos para exponerlos todos en un escrito final. Me refiero a esos momentos donde aparecen situaciones y personas que desencadenan la necesidad de tomar decisiones. En este tipo de encrucijadas no te sabes la lección, tienes que tirar de intuición y cierta dosis de sentido común. Y de pronto te descubres enfrentando partes de tí misma, contemplando reacciones que detestas o no asumes como propias. Esta semana he hablado cara a cara con mi yo más intransigente, lo he oido hablar con gran elocuencia, absolutamente escandalizada de observar cómo se pasea por ahí sin mi permiso. Hemos mantenido un diálogo largo y silencioso, como si hablara con un viejo amante despechado del que temo sus palabras. Por fin he reaccionado, me he puesto dura y le he impuesto límites que debe cumplir para poder llevar una coexistencia pacífica dentro de la misma piel.

Todo este proceso ocurre de puertas para dentro, en casa. Este lugar acogedor y tranquilo ha observado pacientemente mis idas y venidas por el laberinto. Por fin, cuando comienzo a salir de él, las habitaciones suspiran aliviadas.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Lately I have the feeling of having to pass an exam. But not like those of our student days, when you just had to memorize and connect some concepts in a small text. I am talking about decisions that I am bound to make triggered by the presence of people and events. In moments like this you don't know any lesson, you have to pull out a certain amount of intuition and common sense to solve the situation. And, suddenly, you start facing yourself and some reactions you hate and do not assume their your own. This week I have spoken face to face with my most intrasigent self. I have listened to it speak most eloquently, and I was absolutely shocked to see how it walks about without my permission. We have had a long and silent dialogue, like talking to an old jilted lover of whom you fear his words. I finally responded, I have started hard and I have imposed limits so we can lead a peaceful coexistence within the same skin.

This entire process occurs behind closed doors, at home. This cozy and quiet place, patiently observed my progresses through this maze. Finally, when I start to get out of it, the rooms breathe
relieved.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

OLA, COMO ESTAS?
GOSTO DE SEGUIR AS TUAS PALAVRAS...
SAISTE DO ARMÁRIO?
MUITO BEM...HORIZONTE COM ESPERANÇA!
FIZESTE ANOS E O MIGUEL NÃO NOS LEMBROU. DESCULPA. ESPERO QUE TENHA CORRIDO BEM
OBRIGADA PELA PARTILHA DOS TEUS MOMENTOS
BJ E GRANDE ABRAÇO-LINA

mandarinux dijo...

¡Hola Lina!:

Gracias por tus palabras, me hace mucha ilusión leerte :)
No pasa nada por lo del aniversario, ya sabes que Miguel es un poco despistado con esas cosas.
Espero que estes bien, que tengas momentos de paz. Te los mereces.Cuidate y quierete, que nosotros lo hacemos desde aquí.
¡Un abrazo enorme!

Anónimo dijo...

Hola Marina!
M'agraden molt les coses que escrius, t'hauries de plantejar fer un recull de microrelats, de segur que agradaria molt a la gent!
Pensa-ho!

Pauleta