2.11.16

Serra da Estrela

Aprovechando unos días de fiesta nos hemos escapado a la zona más alta del país. Durante dos días hemos recorrido el valle glaciar del Zézere y conocido este rincón tan bonito. A casi dos mil metros de altitud, la sierra está repleta de bosques y ríos (a excepción de la parte más alta, donde sólo se ven hierbas bajas sobre unas preciosas piedras redondeadas de granito).

Nos hemos alojado en esta casita tan encantadora y gracias a las indicaciones de la dueña hemos descubierto la cascada del Poço do Inferno, que tiene este nombre porque justo donde rompe es tan profundo que parece que descienda hasta el mismísimo Infierno. También hemos probado exquisiteces, como los guisos de caza y los embutidos locales, sin olvidar las decenas de tipos de queso que se elaboran en este rincón.

Finalmente, a los pies de la sierra se encuentran un conjunto de aldeas medievales muy bien conservadas. Nosotros visitamos Belmonte, Porta do Castelo y Monsanto. Las dos últimas nos dejaron asombrados por el buen estado de conservación y las vistas que tienen. Además de las pequeñas casitas y los castillos. 

Si estáis pensando ir de visita, esta época del año el bosque está precioso, con las hojas amarillas y doradas y una luz perfecta. En invierno hay nieve, claro, pero nosotros estamos pensando más bien en volver hacia el verano, a ver si hacemos otra ruta y nadamos en alguna poza del río, que tiene muchas y todas con un agua cristalina, además de transparente y curativa, pues también hay balneario y manantial.



17.8.16

Cabo de Gata: playas

Cabo de Gata ha sido todo un descubrimiento. Las vacaciones familiares han estado rodeadas de viento de levante, olas, cactus y playas salvajes. 

Cuando te pones las gafas bajo el agua parece que haya poca vida, pues el fondo es de arena y los peces suelen ser de colores neutros. Sin embargo si tienes paciencia y miras más atentamente intentando no mover mucho el agua, la vida comienza a aparecer: sepias del color de la piedra caliza, pulpos ocultos bajo las rocas, pequeños lenguaditos cubiertos de arena, crías de barracuda, sargos... todo un mundo a pocos metros de la costa. Un ecosistema delicado y sutil, que solo se deja ver si te acercas despacio, respirando apenas por el tubo, moviendo poco los pies, evitando hacer movimientos bruscos.

Este lugar no es para quien busca playas cómodas, con chiringuito y duchas de agua dulce. Es para quien quiere nadar en costas agrestes, en calas escondidas al final de senderos que recorren colinas desérticas. Para quienes no les importa caminar en arena formada por dunas desérticas, por pequeñas piedras redondeadas por el tiempo y el viento. Puede que llegues al agua sudando bajo un sol de justicia. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena.


7.8.16

Cabo de Gata: El Molino de Fernán Pérez

Es la primera vez que estoy en Almería. Que duermo en un lugar donde viven arañas y culebras, donde el viento ruge día y noche. Donde el mar rompe contra los guijarros en una costa inhóspita. En este desierto el cielo lo cubre todo, tanto de día como de noche. La casa, de cal y madera, está dentro de un valle oculto, cerca de la costa. Y hace que me sienta rodeaba de tierra. Me gusta.

Aquí os muestro unas fotos del cortijo, con su molino y una luz dorada que reposa silenciosa en las esquinas. Si alguien quiere perderse en un rincón poco visitado, le recomiendo que venga por aquí. Contra todo pronóstico, no hace calor. Sólo se escucha el viento, y las aguas son azules y tienen una corona de espuma. 


19.5.16

Suelos hidráulicos 2016

Todas estas fotografías fueron hechas entre enero y mayo de este año. Han sido tomadas en diferentes lugares: Lisboa, Valencia, Oporto, Évora, Sintra y Leamington Spa (Inglaterra).

Siempre que veo un suelo de este tipo intento pisarlo y hacer una fotografía. No importa si es de día o hay luz artificial, quiero registrarlo por si un día de estos desaparece, ya que suele ser el destino más habitual de aquellos suelos que no se encuentran en lugares "privilegiados". Supongo que es un defecto de historiador, ya que me especialicé en Arqueología Industrial...

Mi "pequeña paranoia" me ha hecho allanar propiedad privada, saltar muros y colarme en patios y comunidades de vecinos. Por eso no todas las fotos tiene buena calidad: algunas las he hecho casi corriendo. Hace un par de meses, me metí incluso en una casa particular, ya que el suelo que quería fotografiar estaba en el pasillo de un patio. 
En fin, espero que os gusten tanto como a mi. Hay algunos realmente bonitos, tanto de pequeñas teselas formando un mosaico, como de azulejos que componen un diseño geométrico. Sería un pena dejar estos regalos en la sombra...